La mala consolidación de radio (también conocida como consolidación viciosa) es una secuela de una fractura de radio que consolida de manera incorrecta durante el proceso de curación. Esta consolidación anomala puede resultar en una deformidad, dolor y limitación de la función de la muñeca.

Ocurre porque la fractura tras su tratamiento quirúrgico o conservador (mediante escayola) no ha mantenido los criterios de reducción adecuados y se ha acortado, inclinado, trasladado o desarrollado escalones articulares.

Existen tres tipos principales de mala consolidación de radio: la intraarticular, extraarticular y la mixta.

La extraarticular se define por una Inclinación dorsal >10◦ o >15◦ de inclinación palmar o >3 mm de acortamiento radial.

La intraarticular se define por un desplazamiento >2 mm en la articulación, lo que puede conducir a una artrosis posterior.

La mixta donde se conjugan ambos tipos de alteraciones.

En muchas ocasiones, sobre todo en la mano no dominante, pacientes de mayor edad o sin mucha demanda funcional, la alteración radiológica de la consolidación no se acompaña de una alteración funcional ni dolor.

Si la mala consolidación tiene repercusión, los síntomas pueden incluir:

• Deformidad visible de la muñeca (generalmente con una prominencia del lado cubital).
• Dolor crónico en la muñeca.
• Reducción del rango articular de flexo extensión y pronosupinación.
• Reducción de la fuerza y dificultad para realizar actividades más demandantes.

El diagnóstico de una mala consolidación se realiza mediante la exploración física y pruebas de imagen. Estas pruebas incluyen radiografías (que se deben realizar siempre de ambas muñecas), TAC para valorar tridimensionalmente el tipo de deformidad y resonancia magnética (ya que en muchas ocasiones existen lesiones asociadas ligamentosas o condrales).

En muchos casos a pesar de existir una deformidad y alteración radiológica puede no existir dolor ni tener una repercusión funcional, en este caso no es necesario ningún tipo de tratamiento. También se puede optar por un tratamiento conservador (mediante modificación de las actividades y una rehabilitación específica).

Cuando el tratamiento conservador no es suficiente, el tratamiento quirúrgico puede precisar la realización de una osteotomía de radio (nueva fractura para realinear el hueso) y su fijación con una placa de radio. Es muy importante valorar también lesiones ligamentosas o condrales asociadas y si existen realizar su tratamiento.

El tratamiento es variado dependiendo del tipo de mala unión y de las lesiones asociadas. Por ello siempre se realiza una exploración artroscópica que nos confirme el alcance de la patología.

Las malas consolidaciones intraarticulares se tratan de forma artroscópica. Se evalúa el tipo de escalón articular y la extensión el daño condral (artrosis). Puede ser necesario la resección de los escalones o la colocación de membranas o geles para las lesiones condrales o incluso la realización de osteotomías para restaurar la superficie articular.

Las malas consolidaciones extraarticulares se tratan de forma combinada abierta y artroscópica (siempre para evaluar la posible repercusión articular y ligamentosa). La corrección ósea se realiza mediante osteotomías que permiten restaurar la anatomía normal. En casos complejos se utiliza impresión de guías 3D específicas para el paciente lo que asegura una corrección mucho más precisa. Tras la osteotomía y la fijación con una placa suele ser necesario el relleno del defecto óseo con injerto del mismo radio o de la cresta iliaca.

El tiempo de inmovilización dependerá del tipo de mala consolidación, de si existen o no lesiones asociadas y de la calidad ósea. En cualquier caso, el postoperatorio se seguirá de forma cercana junto a terapia ocupacional, se comenzará una movilización muy controlada y supervisada.

Recuerde que cada paciente y cada situación es única y su médico está para ofrecerle una atención personalizada a su patología. No dude en compartir cualquier preocupación o pregunta durante su consulta médica.